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Está bueno ese capítulo. |
Después de pasar el año anterior en una etapa relativamente estable, he estado atravesando otro cuadro depresivo desde diciembre hasta el día de hoy. Es curioso porque me he sentido realmente animada en muchas ocasiones e hice todo lo posible por no tener pensamientos negativos. Pero me he sentido como una máquina dando lo último de sí y que ha terminado por apagarse. ¿Lo bueno? es que no he necesitado estabilizador del ánimo. Y en retrospectiva es el cuadro más tranquilo y extraño que he tenido en esta vida. Bajé la guardia. No sé en qué momento pensé que "a lo mejor" me había "curado" de este mal. Había estado tan enfocada en otras cosas que olvidé la cronicidad de mi situación. Me siento triste. Profundamente triste. Al menos tengo organizado (por decirlo de alguna forma) este sentimiento y no siento infinidad de cosas más. Pero si bien ya dejé de maldecir por despertar hace tiempo, me sigue pesando vivir cuando me siento así. Yo espero estar en el 'peek' de esta situación y que vuelva todo a la normalidad. Si tengo que echarme ánimos a mí misma diría que al menos sólo siento tristeza, mas no me he ahogado en la desesperación. Es bien duro tener el sentimiento de que te esfuerzas mucho y no poder obtener nada bueno por ello. Días como hoy me dan ganas de botar todo porque
¿para qué? Y se supone que ya había entendido que hay felicidad en sólo hacer las cosas. Sigo siendo una persona muy rota. Falta de afecto. Vulnerable. Tonta. No tengo la suficiente constancia para ser una persona más fuerte, ni física ni espiritualmente. Es tan pesado todo. Me siento rodeada de cariño pero mi mechero está húmedo. Me siento culpable por no esforzarme más y a la vez sin ganas de esforzarme porque no tiene sentido nada. Espero que ésta etapa pueda terminar. Al menos, escribo esto. Espero que mañana pueda ser mejor.
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